LLAVE
Fue triste cuando mi padre, sin que ya se lo pidiera, me
dio la llave de la casa. Yo era casi un adulto y él me la dio como quien pide
permiso para envejecer.
RONDA
La farolera tropezó y en la calle se cayó. Como hacía un
trabajo reservado a los hombres, nadie le alzó la barrera de la Puerta del Sol
y el coronel del que se enamoró no le hizo caso. Melancólica, distraía sus
noches con cálculos mentales que estaban bien pero que ella siempre creyó que
le salieron mal como todas las otras cosas en la vida.
ÚLTIMA ELECCIÓN
a Juan Sabia
El pez resuelto al suicidio evita veloz la red en la que
moriría con sus compañeros, pasa de largo frente al anzuelo del pescador
rutinario que hojea una revista, y traga sin dudar el de un chico que recordará
mientras viva los espasmos terribles de su asfixia.
YO SIEMPRE
CONMIGO
Me abandoné a la placidez del sueño y, cuando regresé a
la vigilia, me vi empapado y temblando de miedo. Me perdí detrás de una mujer
y, cuando me di cuenta, estaba desnudo y sin un centavo. Me dejé flotar en el
vaivén de las olas y, cuando volví en mí, me hacían respiración artificial. Definitivamente,
no puedo dejarme solo.
Que lo disfruten,
Carmen
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