BUSCAR

30 mar 2020

TRES DESEOS, de Saile Pagán Cantres



Entró y se sentó en la barra. La vellonera, con sus opacas luces en colores, comenzaba a tocar en ese momento una canción del Gran Combo y llenaba el ambiente de una festividad artificial. Pidió la cerveza más barata y comenzó a beberla con lentitud. El olor amargo y pesado siempre le había resultado molesto, por lo tanto, intentaba sorber buches pequeños mientras aguantaba la respiración. Miró a su alrededor y examinó con la vista a los otros cinco clientes que rondaban el local. Los martes no eran días activos, el único incentivo de los que allí se encontraban era el precio extremadamente módico de las bebidas. Dos hombres jugaban billar a la luz de una bombilla titilante, cada golpe seco de las esferas provocaba la celebración de los espectadores medio tomados. Él acostumbraba esperar que algún individuo pasado en tragos se sentara a su lado para poder hablar. Solo alguien borracho podría entender su historia. Esperó durante media hora, pero nadie vino a beber junto a él. Sacó dos pesetas del bolsillo y las colocó sobre la barra. No le quedaba mucho dinero para pagar un licor más caro.
Llegó a su apartamento con la tonada de salsa zumbándole en la cabeza. Prendió todas las bombillas, como acostumbraba. Cada pared estaba cubierta por espejos que hacían ver el espacio más grande y menos solitario. Sus reflejos caminaban junto a él haciéndole compañía en la habitación. Miraba la lámpara sobre el televisor. A pesar de los tres mil años que habían pasado, el metal conservaba su brillo. 

24 mar 2020

AMIN O LA CAÍDA de Ana María Shua


La señora Meme no se había roto la cadera, como todos los viejitos, sino la rodilla. En la radiografía se veía con nitidez el fémur astillado. Estaba roto en ocho trozos grandes y muchos fragmentos pequeños. Pero eso no fue lo más grave.
Lucía y Juan Pablo no se ponían de acuerdo acerca del momento en que había empezado la diarrea. Lucía pensaba que fue antes de la operación, mientras esperaban que volviera de viaje su traumatólogo, cuando se contagió el clostridium difficile. En la clínica les decían que el clostridium no siempre se contagia: es una bacteria que vive en el intestino. Los antibióticos fuertes que recibió la señora Meme para evitar infecciones en el hueso modificaron la flora intestinal y provocaron la proliferación del clostridium. Pero Juan Pablo, que estaba siempre pegado a la computadora, averiguó por Internet que sólo el 5% de la población normal vive con el clostridium puesto y en cambio el 40% de la población hospitalaria lo tiene. De hecho, a partir del diagnóstico, todos los médicos, las enfermeras y enfermeros se ponían guantes de goma antes de tocar a la señora Meme y se cubrían con un delantal blanco que colgaba de un gancho en la habitación.
Después de la operación la diarrea se volvió pavorosa, constante, interminable. No había tiempo de llamar a la enfermera, Lucía se encargaba de todo.
El traumatólogo estaba contento. Explicó cómo había reconstruido el hueso, asegurándolo con una chapita de metal y dos tornillos. Al tercer día contando desde la operación, la diarrea se detuvo y Juan Pablo se volvió a su casa en Columbia, Maryland.
Pero ahora el vientre de la enferma estaba hinchado y doloroso. El médico de cabecera convocó a un gran cirujano especializado en gastroenterología. Cuando se acercó para palparla, la señora Meme tendió los brazos hacia adelante, en un movimiento involuntario. “Ni necesito tocarla” dijo el gran cirujano, en tono didáctico. “Ese reflejo defensivo es típico del abdomen agudo.”

22 mar 2020

LA MAESTRA DE LA LAGUNA, de Gloria V. Casañas

Argentina, 1.870. Una joven norteamericana, Elizabeth O'Connor, valiente y avanzada a su tiempo, desembarca en Buenos Aires dispuesta a viajar a uno de los pueblos mas remotos de la pampa argentina para alfabetizar a los niños del lugar. Atrapada en un mundo donde las reglas se escriben con sangre y donde la injusticia se ceba en los mas débiles, la joven maestra comprenderá que amor, lealtad e ideales pueden ser una combinación peligrosa en un tiempo convulso.

Una novela romántica que aborda una  época interesante de nuestra historia. Perfectamente ambientada, me atrevo a recomendarla para aligerar con una lectura fácil, el momento crítico que nos toca vivir.

Que la disfruten,
Carmen

16 mar 2020

EL CAMPEONATO DE LAS PAJARITAS de Luis Britos García


Abierto oficialmente el campeonato mundial de pajaritas, el señor Pereira se dirige al proscenio, toma una hoja de papel, la dobla, la vuelve a doblar, y de los pliegues surgen lentamente una montaña, y un arroyo, y un arco iris que desciende hasta que junto a él fulguran las nubes y finalmente las estrellas. Un gran aplauso resuena, el señor Pereira se inclina y baja lentamente a la sala.
Acto seguido se instala en el proscenio el señor Noguchi, quien toma en cada mano una hoja de papel, la mano izquierda dobla dobla dobla, sale una paloma, sosteniendo el pico con los dedos anular y meñique y tirando de la cola con los dedos índice y medio las alas suben bajan suben bajan, la paloma vuela, entre tanto la mano derecha dobla dobla dobla, sale un halcón, colocando el dedo índice en el buche y presionando con el pulgar en las patas, las poderosas alas suben bajan suben, el halcón vuela, persigue a la paloma, la atrapa, cae al suelo, la devora. Grandes y entusiásticos aplausos.
Sube al proscenio el señor Iturriza, quien es calvo, viejo, tímido y usa lentecitos con montura de oro.

2 mar 2020

TODA UNA VIDA, de Beatriz Pérez Moreno

Lo vio pasar en un vagón de metro y supo que era el hombre de su vida. Imaginó hablar, cenar, ir al cine, yacer, vivir con él. Dejó de interesarle.


Microrrelato de Beatriz Pérez Moreno
Por favor, sea breve. Antología de relatos hiperbreves. Edición de Clara Obligado


Que lo disfruten,
Carmen