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27 may 2019

LOS DÍAS DE HUMANO, de Ariel Montesdeoca


De un poeta que conocí en "La Hora del Cuento", encuentro que se realizó en la Falda este pasado 23 de mayo. Que lo disfruten,
Carmen

20 may 2019

PROMETEO DE CIRCO, de Ana María Shua


¿Arte o entretenimiento? Si el buitre escarba hondamente con su pico en el hígado de Prometeo, ¿es arte o entretenimiento?
Es arte si es sangre verdadera el líquido que tiñe el pico del pájaro, si es sangre la que brota a borbotones y se derrama por el costado del cuerpo, si es sangre la que colorea de rojo las rocas a las que está maniatado el hombre. Pero si es una mezcla de glicerina con ketchup, es sólo entretenimiento, puro circo. 

Por supuesto, hay quien opina precisamente lo contrario.
Entretanto, como a esta distancia no es posible comprobarlo, habrá que limitarse a disfrutar del espectáculo. Hay funciones todos los días.



 del libro "Fenómenos de Circo"

Que lo disfruten, 

Carmen


13 may 2019

LLUVIA, de Clara Obligado

En esas noches tan oscuras que no se ven ni los pensamientos, cuando nadie sale de casa y solo se oye el rebotar de la lluvia, la maja desnuda cuela su lienzo por debajo de la puerta del Prado y se agiganta. Si alguien se asoma a la ventana y ve uno de sus pezones estrábicos, lo confunde con la luna, si un insomne la atisba desde un segundo piso, cree que el matojo del pubis es una enredadera deshojada. La maja pasea con la melena suelta, los rizos descentrados. Su carne, lacada por la lluvia, se agita con un vigor colosal. De tanto estar expuesta, le duelen los brazos, los huesos sonrientes de la cara. Está harta de las miradas lascivas de los turistas, de las audioguías. Mientras pasea por el barrio, sueña con esa vida que no pudo ser, se alboroza con el vino de los bares, mece con su aliento las cunas de los niños, ojea un libro que alguien se dejó abierto sobre la mesilla. Al llegar a CaixaForum se abraza a los árboles y frota su cuerpo de muñeca hinchable contra el jardín vertical. Entonces escapa su orgasmo prisionero y el verde le devuelve el parque y sus confines, las cascadas de vidrio, los cisnes presuntuosos, las dulces tardes de conversaciones bobas, los galanteos de un artista que, para vengarse de su indiferencia, la castigó con la inmortalidad.

Un relato breve de la Biblioteca de Agua

Que lo disfruten,
Carmen

6 may 2019

ANÉCDOTA BÚLGARA, de Carlos Drummond de Andrade


Había una vez un zar naturalista que cazaba hombres. Cuando le dijeron que también se cazan mariposas y golondrinas quedó muy espantado y le pareció una barbaridad. 




Que lo disfruten,
Carmen

2 may 2019

PRIMER JUEVES DE MES, de Alejandro J. Ramón

Fue uno de esos fatídicos lunes en que la épica del fútbol le había asignado un lugar entre los vencidos. Gutiérrez no desperdició la oportunidad, y con un descomunal talento para el escarnio y la humillación, comenzó a acosarlo con ácidas y sagaces ocurrencias que despertaron la risa de todos.
Despachaba sellos, pesaba sobres, cobraba, entregaba formularios, amparado tras el vidrio blindado. Para qué necesitaba una protección como esa, se preguntaba, si jamás nadie lo había agredido desde el exterior. Mejor sería que la colocasen a sus espaldas, el peligro venía de atrás, de las entrañas de la oficina.
Antes, no era así, hasta que Gutiérrez lo eligiera como blanco. Fue desde el mismo momento en que se efectivizó su traslado desde la Oficina Central de Correos. A instancia suya cada día la colmena alborotada le caía encima con el hiriente zumbido de sus mofas y sarcasmos. Poco a poco sus compañeros fueron esmerándose en sumar nuevas y más graciosas formas de mortificación, que lo hacían vivir en una eterna e infinita zozobra. Este comportamiento, que no molestaba a nadie más que a Archundi, fue rápidamente incorporado por el conjunto. La maldad, irremediablemente enquistada, reptaba entre ese ato de pequeños torturadores.
Sí, todo había comenzado a partir de su llegada. Gutiérrez y su simpatía, Gutiérrez y su condición natural de líder, Gutiérrez, Gutiérrez, siempre Gutiérrez. Fue él el que lo convirtió en víctima y a ellos en victimarios por imitación. Hoy el motivo había sido el fútbol, hubieron en el pasado otros y habrá otros en el futuro, o los inventarán. El martes, por ejemplo, tuvo un fallo de caja que lo volvió loco. Al otro día, después que misteriosamente apareciese el faltante, lo avergonzaron durante ocho horas ininterrumpidas. Hubiera preferido pagar con tal de no ser echado a la arena para que lo devoren los leones.
Estaba de espaldas cuando Gutiérrez cayó como fulminado por un rayo.