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27 sept 2010

TRILOGÍA MILLENIUM ENTRE LÌNEAS

Mucho he leído acerca de la trilogía Milleum de Stieg Larsson, la mayoría analizando la trama y sobretodo los personajes protagónicos: Lisbeth Salander y mikael Blomkvist. No cabe suda que ambos, son personajes inolvidables. Lisbeth se va dando a conocer poco a poco, como si fuéramos sacando muy lentamente las ácidas capas de una cebolla que nos impacta por su aparente dureza y frialdad; antisocial y con un código propio muy particular, nos conmueve con su cruenta historia de vida. Lisbeth ha padecido sufrimientos y perversiones desgarradoras que sin embargo, no lograron quebrarla del todo. Es tan hermética y estoica que sufre en silencio, y nos obliga a aceptar hasta sus represalias más brutales. Justificamos en ella lo que no justificaríamos en nadie más. Mikael brilla por su inteligencia y sagacidad, pero sobretodo por su inquebrantable integridad y lealtad. Se juega por Lisbeth a riesgo de perder su propia vida. Se crea así un universo rotundo, en el que dos protagonistas se mueven en una única e inigualable sintonía, en un vínculo perfecto; simbiosis en la que uno no puede existir sin la presencia del otro. Sin embargo, dos fueron los aspectos que más me atrajeron de esta trilogía que no se refieren directamente a la trama de la historia en si.


El primero es el hecho de haber llegado a la conclusión, mientras leía sobre Larsson, que de alguna manera las tres novelas tienen varios momentos que se pueden relacionar con la vida de este escritor, por lo que La trilogía Milenium se  convierte en una novela autobiográfica. 1-Larsson creció en el campo con sus abuelos, en el pequeño municipio de Norsjö, unos 100 km al norte de Umeå que aparece en un capítulo de Los hombres que no amaban a las mujeres. Larsson toma la ciudad de Umeå como referente para desarrollar algunos de los pasajes más violentos de esta historia. 2-  Insomne desde su adolescencia, dedicaba noches enteras a redactar en una máquina de escribir  que le regalaron a los 12 años; Estas dos características de la personalidad del escritor se ven claramente plasmadas en Lisbeth, que generalmente se pasa las noches frente a su pantalla y que por supuesto, tampoco es de buen dormir. 3- Con 14 años y estando de camping, fue testigo de cómo sus amigos violaban a una chica; días después se cruzó con ella por la calle y se acercó a excusarse por no haberlo evitado, pero ella lo rechazó; siempre se sintió culpable. Eso lo marcó y desde entonces fue un feminista convencido. Este suceso me lleva a suponer sin temor a equivocarme, que la violación de Lisbeth es una manera de purgar aquella otra violación. 4- Stieg trabajó de lavaplatos en distintos restaurantes de la ciudad y en una fábrica de papel. La conexión que realizó a partir de este dato, aunque subjetiva creo que es válida: Larsson conoce muy bien la estructura y el funcionamiento de una fábrica y por lo mismo es el “setting” de muchas de las escenas de las novelas; por ejemplo es el refugio del hermano gigante de Lisbeth. 5- Desde 1999 fue director de la revista de la fundación, también llamada Expo la cual se creò en 1995 cuando siete personas fueron asesinadas por nazis. En la trilogía, Mikael Blomkvist es director de redacción y  de la pareja que asesinan uno de ellos, Dag trabaja para la revista como freelance. 6- Amenazado por la ultraderecha, no quiso casarse con su pareja, la arquitecta Eva Gabrielsson, para que su nombre no constara en ningún registro oficial. En este punto se puede establecer un paralelo entre la pareja de Larsson y la de Blomkvist aunque debo aclarar que la pareja de Larsson no era una mujer casada; ese agregado se da en la ficción.  7- Larsson era fumador compulsivo (consumía tres paquetes de tabaco al día), bebedor asiduo de café, aquejado de insomnio y amante de la comida basura; Mikael Blomkvist en la trilogía es exactamente igual. Creo que estas razones, y muchas otras que de enumerar, aburrirían al lector, fundamentan mi teoría: en algunos momentos se puede considerar a la trilogía Millenium como auto-referencial.  Aquí me detengo y  me quedo pensando otro aspecto fascinante de la trilogía, que también se aleja de la historia narrada, pero que me seduce pero tanto como la historia misma: el apabullante conocimiento que Steig Larsson posee sobre cada uno de los temas que aborda. Me fascinó el despliegue de conocimientos casi soberbio, que ostenta en cada uno de los temas que trata; y no me refiero a su magnífico dominio de  política internacional, espionaje y lucha de poderes, ni a su saber sobre la historia político- económica de su país, todo pertinente a su oficio de corresponsal de guerra. Me refiero, por decirlo de alguna manera, a ese conocimiento lateral, a ese conocimiento que no tiene que ver con su ser periodista.  En Los Hombres que no amaban a las mujeres, demuestra conocer no sólo sobre la cultura cristiana, la Biblia, más específicamente el Antiguo Testamento, sino también sobre la cultura y el ser judío. A través de la memoria fotográfica con la que ha dotado a Lisbeth, Larsson da la solución a un código numérico que no se había podido resolver ni en treinta años, asociando cada número a distintos versículos del Levítico. Así, Mikael y Lisbeth descubren la muerte de distintas mujeres, a manos de un asesino serial. Por otra parte domina el mundo de las finanzas, bastante lógico podría admitirlo, pero no es tan lógico, ni tan común que se haya especializado en los temas relacionados con el maltrato de la mujer, desde abusos sexuales hasta físicos y psíquicos, sometimiento a través de la droga y de la prostitusión; aunque ya conocemos qué lo llevó a interiorizarse en este tema. Sabe sobre medicina, tanto general como quirúrgica. Cuando relata la cirugía de cerebro – en el cráneo - de Lisbeth, vamos siguiendo el proceso como si lo estuviéramos viéndolo por la pantalla de una laparoscopia; tal es el dominio de Larsson sobre el tema. El saber de este escritor sobre la informática, es un capitulo aparte. Es increíble como escribe sobre los hackers y sus actividades ilícitas: sabotaje a través de la Web de teléfonos, no sólo personales sino también celulares;  robo de información a todo tipo de instituciones y de redes informáticas. El director de una de las agencias de seguridad más importantes de Estocolmo, en varias oportunidades sabe a ciencia cierta que Lisbeth ha estado “husmeando” en su correo privado, pero sabe también que nada puede hacer al respecto: Lisbeth es una hacker de primera línea. Otro ejemplo: Lisbeth se hace de una fortuna de un día para el otro, porque realiza un desfalco económico multimillonario, a través de La Web.  Larsson, además demuestra un amplio manejo de los distintos tipos de archivos que existen, de como funcionan y de para qué se utilizan. Aborda la psiquiatría magistralmente. Describe sin titubeo el problema que Lisbeth padece y la que la hace tan especial: Síndrome de Asperge. Larsson acentúa la personalidad autista de Lisbeth, demostrando saber también de psicología, al describirla pasando la mayor parte del tiempo frente a una pantalla y subrayando que su capacidad e inteligencia se optimizan en esta situación. Sólo un personaje como el de Salander podría dedicarse a la informática como único elemento de conexión con la vida.
No es frecuente encontrarse con una novela tan completa: por lo atrapante, por lo ágil y por lo real. La ficción de Steig Larsson, gracias a su acabado conocimiento de los temas que va tocando  a lo largo del relato, se convierte en una historia actual y absolutamente creíble, y me atrevo a arriesgar que además, por el estilo despojado y la tensión se genera a lo largo de la narración, la Trilogía Millenium, de ser un best-seller se va a convertir, con el tiempo en un long- seller.
La Trilogìa Millenium de Stieg Larsson

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen análisis!. Se ve que sos otra fanática de Stieg.
Cariños

Anónimo dijo...

My agradecida por tu comentario. Sí realemente me sedujo La Trilogía Millenium. Hasta pronto y ojalà te animes a poner tu nombre.
Carmen

Piel de lechuza dijo...

My agradecida por tu comentario. Sí realemente me sedujo La Trilogía Millenium. Hasta pronto y ojalà te animes a poner tu nombre.
Carmen

Marsilio dijo...

No me salió, no sé por qué. Me llamo Marsilio, para servirte.

Titi C. dijo...

Carmen gracias por pasarme tu blog,leí lo que escribiste sobre Larsson y me gustó mucho allí informás cosas que no sabía ya que esos libros me los devoré de manera adictiva y tengo las 3 películas.

TITI

Pepa dijo...

Me encanta el blogg!!!
Pepa

Piel de lechuza dijo...

A tus òrdenes Marsilio
Carmen

Piel de lechuza dijo...

En las pelìculas se pierden los dos puntos que destaco en mi anàlisis pero vale la pena verlas. Gracias Titi.
Carmen

Piel de lechuza dijo...

Me alegro mucho Pepa!
Carmen