Le había dicho que comiera zapallo, porque engordaba las
piernas. Desobedeció. Le había dicho que comiera zanahorias para que tuviera
buena vista. Desobedeció. Le había dicho que se hiciera una coleta para ir a la
escuela así no le entrarían los piojos. Desobedeció.
Ahora, que su madre se volvió niña, ella intenta peinarla con
una coleta, le sirve un rico puré de zapallo y zanahorias que la mujer
desprecia porque comprobó que las piernas se hermosean amando, que la vista se
agudiza aprendiendo a mirar, y le comenta que no le teme a los piojos porque
tiene pájaros en la cabeza.
Que lo disfruten!
Carmen
4 comentarios:
hermoso y tierno, un pequeño gran encanto para quien quiera disfrutar!! saludosbuhos
Hola Búhos! Siempre presentes! Gracias por disfrutar de lo compartido! Saludos!
Carmen
Hermoso
Hermosa poesia
Publicar un comentario