Una leyenda, dos cuentos y un texto conjugados por la imagen de lo que vemos, de lo que nos gustaría ver, y de lo que realmente somos a través de los espejos. Si deciden acompañarme, sigan los links...
El Espejo
Leyenda Japonesa Anónima

- ¿Quién es esta mujer? El marido se puso a reír:
- ¡Pero cómo! ¿No te das cuenta de que este es tu rostro?
Un poco avergonzada de su propia ignorancia, la mujer no hizo otras preguntas, y guardó el espejo, considerándolo un objeto misterioso. Había entendido sólo una cosa: que aparecía su propia imagen. Por muchos años, lo tuvo siempre escondido. Era un regalo de amor; y los regalos de amor son sagrados. Su salud era delicada; frágil como una flor. Por este motivo la esposa desmejoró pronto: cuando se sintió próxima al final, tomó el espejo y se lo dio a su hija, diciéndole:
- Cuando no esté más sobre esta tierra, mira mañana y tarde en este espejo, y me verás.
Después expiró. Y desde aquel día, mañana y tarde, la muchacha miraba el pequeño espejo. Ingenua como la madre, a la cual se parecía tanto, no dudó jamás que el rostro reflejado en la chapa reluciente no fuese el de su madre. Hablaba a la adorada imagen, convencida de ser escuchada. Un día el padre la sorprende mientras murmuraba al espejo palabras de ternura.
- ¿Qué haces, querida hija?, le pregunta.
- Miro a mamá. Fíjate: No se le ve pálida y cansada como cuando estaba enferma: parece más joven y sonriente.
Conmovido y enternecido el padre, sin quitar a su hija la ilusión, le dijo:- Tú la encuentras en el espejo, como yo la hallo en ti.
2 comentarios:
Una belleza de cuento
Un Bello y tierno cuento
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