Como las caras de una moneda, o como el yin y yang, primero fue la bendición de dragón. Hoy, la maldición... que la disfruten,
Carmen
Que tengas comida hasta estar harto
todos los días de tu
vida.
Y que vivas muchos años.
Que nunca te falten ni el agua ni la luz.
Que los senderos sean suaves
cuando los camines.
Que las espinas se aparten de tu lado.
Que tus enemigos te dejen pasar
sin atacarte.
Que ningún dolor te hiera en el costado.
Que nadie te lastime a traición.
Que nadie te ofenda ni
siquiera con un gesto.
Que tengas todo lo que se pueda desear, por largos,
larguísimos años.
Pero que te falte el amor.
Hasta el próximo cuento...
2 comentarios:
hermoso cuento! amamos los dragones y los encontramos bellos y fuertes,lo llevamos y volaremos junto a el, si nos deja. saludosbuhos!
Hola Buhos!!
Que bueno que me sigas leyendo! Eso me obliga a superarme en cada entrega. Hasta el próximo vuelo!
Carmen
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