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20 ene 2012

ESTAS EN UN POZO


Estás en un pozo, la tierra es colorada, se ven las raíces de los ligustrinas que se te ocurren, cuerdas para saltar; seguís cavando, tus uñas están partidas y te duele mucho la punta de los dedos, pero hay que apurarse porque los primos están cerca y querés ser la primera en encontrar al abuelito. La Pelada tiró una pista: recordás que anoche, en el balcón de la casa de los tíos, les dijo a vos y a tus primos que el abuelito estaba debajo de la tierra, aquí en donde ahora el sudor te chorrea a mares. Si tan sólo hubieras traído la palita o el rastrillo, pensás, Jorge y la Techi, seguro que tienen algo para escarbar más rápido; vos sólo usás tus manos, tus uñas. Es tan grande tu deseo; Lía en el Jardín te ha hablado del suyo; querés conocerlo ahora, qué ansiedad tenés. Ayer nomás le preguntabas a tu mamá por qué no tenías abuelo, ni siquiera uno, ella te acarició la cabeza -cómo te gusta cuando ella te acaricia- y te dijo que los dos murieron antes de que nacieras. A la noche la Pelada dijo aquello. Y que sabía que estaba en ese lugar porque cuando la tía Tuca la trajo a la casa de la señora Chichí, el viejo vivía. No te gustó que le dijera viejo pero sabés que la Pelada es medio boba, que la Tuca no le saca la vista de encima; le da una gamuza para que lustre los muebles mientras ella hace la limpieza. Pero es divertida la Pelada: cuando vas a la casa de los tíos ella te cuenta a vos y a tus primos la historia de cuando mató un león en Africa y también cuentos de fantasmas, aunque después vos no dormís en toda la noche. Tu mamá dice que la tía Chichí es muy buena al dejar que la Tuca trajera a su sobrina a vivir a su casa pero siempre agrega qué sería de la Chichí si se le va la Tuca, si no sabe hacer nada. No sabés cuántas horas has estado cavando, ahora tenés miedo porque al fondo del pozo ya no llega la luz. Entrás, sacás un puñado de tierra, volvés a salir. Tu cuerpo cabe estirado en el agujero, calculás que es de tarde. Las voces de tus primos ya no se escuchan, hay mucho silencio. Te decís que debe faltar poco para encontrar al abuelito, te saltan algunas lágrimas y las lágrimas se mezclan  con la tierra de las pestañas, te arden los ojos, qué hermoso debe ser tenerlo, cuántas cosas le preguntarás, seguro que te cuenta cuentos lindos, no como los de miedo de la Pelada.
Salís, ves que ya no hay sol, entrás por última vez al hueco y ¡ahora sí!, tocas algo duro, raspás desenfrenadamente con las manos, sacás algo parecido a una cajita. Le estás soplando el polvo cuando aparece tu mamá gritando ¡Dios mío, aquí estás, en dónde has estado todo el día! Te abraza, después llegan los tíos y te abrazan; vos pensás por qué tanto lío si no me he movido del fondo del jardín. Techi y Jorge estaban conmigo, decís, pero ellos después de almorzar se han ido al colegio, después a la maestra particular. Mamá te besa todo el tiempo, te lleva a la bañera, cuánta tierra. Te ha lavado el pelo, olés rico, te cepilla las uñas, te pone en los dedos un líquido que arde. Ahora contame, te dice, vos hablás, pone el grito en el cielo: ya le dije a la Chichí que la Pelada está loca, esto es demasiado, pero vos estás tan triste, estuviste a punto, que cuando ella te envuelve en la toalla y le enseñás el cofrecito todo herrumbrado, con patitas, forrado por dentro con tela de un color que no se sabe por la tierra, ella se conmueve, te dice allí adentro, mi nena, en ese alhajero, está el alma del abuelito y vos no entendés qué es el alma pero esta noche dormís con el cofre debajo de la almohada porque tu mamá nunca miente. Estás tan feliz que no te importa el dolor en los dedos: mañana volverás al pozo.

María Elena Garay

*Este cuento fue premiado en el Concurso de Cuento Breve Córdoba (2008)

3 comentarios:

Car dijo...

Realmente ME... un hermoso cuento digno de la distinción que obtuvo. Felicitaciones amiga y vamos por más!!
Un beso
Car

cuentos para la paz dijo...

Este cuento corto está repleto de: credibilidad, suspenso, ilusión, miedo, amor fraterno y todo en la piel de una niñita.Pareciera que es largo ¡Felicitaciones"!

maria E dijo...

Mil gracias Car por haberme subido el cuento. Te mando un abrazo lleno de arena y sal!!!